Esta iniciativa comenzó en el año 2015, en el marco del programa Conservación y manejo de los armadillos de los Llanos Orientales, de la alianza entre ODL S.A., la Fundación Omacha, Cormacarena, Corporinoquia, Corpometa y el Bioparque Los Ocarros. Al principio, se vincularon 25 predios del sector palmero, ganadero y reservas de la sociedad civil, ubicados en los departamentos de Meta y Casanare y recibieron el nombre de “Predios Amigos de los Armadillos”. Su objetivo era promover buenas prácticas para la conservación de los armadillos, así como participar de estrategias de monitoreo biológico de las diferentes especies de armadillos e la Orinoquia Colombiana.

Actualmente, en el área de influencia de la línea de acción de Medioambiente de la Fundación Oleoducto Vivo de ODL – Bicentenario (que trabaja en conjunto con la Fundación Omacha) se encuentran 10 de estos antiguos predios, y gracias a las acciones que realizan por la conservación de la fauna y flora, como prohibir la cacería de fauna en los bosques, se decidió darle un nuevo nombre a la iniciativa: “Predios Amigos de la Biodiversidad” y, de esta manera, visibilizar aún más las acciones para promover el cuidado de los recursos naturales.

Además, esta iniciativa trabaja en la inclusión de seis nuevos predios, que han decidido sumarse para ser parte de esta figura de conservación. Se espera que las comunidades que habitan estos predios participen de actividades como monitoreos biológicos de fauna, sensibilización en torno la conservación de la riqueza natural, siembra de plantas nativas, buenas prácticas en los proceso productivos,  intercambio de conocimientos entre los predios sobre las prácticas desarrolladas, talleres socioambientales, entre otras.

¿Qué significa ser un “Predio Amigo de la Biodiversidad”?

Ser un “Predio Amigo de la Biodiversidad” significa que en la propiedad se procura que las labores y quehaceres sean amigables con el medio ambiente, y los dueños, junto con los trabajadores, promueven la conservación de la fauna y flora de la región.

Todas estas actividades están encaminadas a generar conocimiento sobre la biodiversidad local, y a promover la apropiación social de este conocimiento. Además, busca la construcción de acuerdos de conservación con las comunidades locales para garantizar el bienestar de los ecosistemas y de las comunidades que viven en estas áreas.

Adicionalmente, se han identificado seis nuevos predios en tres departamentos de Colombia: en Arauca, predio El Encanto, Fortul; finca La Carolina, Saravena; en Meta: finca La Clarita y Villa Angélica, Puerto Gaitán y, finalmente, en Casanare: fincas Lorica y Pino azul, en Tauramena. Se espera que estos predios sean embajadores de la riqueza llanera y puedan convertirse en referentes de la conservación en terrenos privados a nivel local.