Las abejas son las reinas entre los polinizadores, insectos a los que debemos un tercio de los alimentos que llegan a nuestra mesa. El 20 de mayo es un día del año en el que hablamos de ellas en las redes, los artículos de prensa informan sobre su importancia y en los colegios los niños realizan actividades alrededor de estos insectos maravillosos que, además de polinizar, producen un verdadero manjar: la miel, no solo endulzante sino alimento con propiedades curativas y paliativas.

El síndrome del colapso de las colmenas y el uso de insecticidas en los cultivos, han disminuido su población en muchas partes del mundo. La alerta se lanzó hace muchos años: debemos velar por la salud de las colmenas si queremos seguir comiendo frutas y verduras. En esta tarea podemos colaborar todos. Si eres un cultivador, restringe el uso de neonicotinoides para combatir plagas. Si vives en el campo, o inclusive en una ciudad, puedes darle albergue a una colmena poniendo a su disposición una caja de madera especial y sembrando en tus jardines y terrazas plantas y árboles con flor (melíferas).

Las meliponas son una especie de abejas nativas sin aguijón, lo que hace que su cultivo sea más fácil y entusiasma a miembros de comunidades, como los cultivadores de Caño Grande en Córdoba donde la Corporación Autónoma Regional de los Valles del Sinú y del San Jorge  – CVS y la Fundación Omacha adelantan el Proyecto Abejas Meliponas del Bajo Sinú. El proyecto se sirvió del meliponario base de 15 paneles que se tiene en la Estación Piscícola de Lorica de la CVS. Los 6 panales que dieron vida al proyecto de Caño Grande ya están listos para duplicarse con nuevas reinas. Además, bajo el liderazgo técnico del agrónomo Germán Lotero, los padres cabeza de hogar de 10 familias se capacitan en el cultivo de estas abejas.

Las meliponas producen el llamado caviar de las mieles, pues esta difiere en sabor, consistencia y usos. Es más fluida y se le atribuyen propiedades curativas y nutricionales de alto valor. Los usos medicinales se documentan en enfermedades de la piel, los ojos y de los aparatos respiratorio y digestivo. En gastronomía es muy apreciada, pues debido a la oferta de néctar de las plantas con que se alimenten, la miel tiene sabores diferentes. Un atractivo importante es su mayor precio de venta en el mercado, pues un litro se vende a $200.000 pesos, valor agregado para las comunidades cultivadoras. De igual manera, abre la posibilidad de implementar visitas ecoturísticas a deseosos de conocer la vida de las abejas y la elaboración de la miel.

«Nuestra meta es replicar el proyecto en otros lugares para garantizar la labor de estas reinas de la polinización y el bienestar de muchas comunidades en Colombia.», afirmó la Fundación Omacha.