Campaña de la Fundación Omacha para recuperar el bosque inundado en el Amazonas colombiano
Pepeaderos para la vida – protegiendo la selva inundada del Amazonas– es una campaña de la Fundación Omacha y Whitley Fund for Nature en el Amazonas colombiano cuyo objetivo es reforestar áreas degradadas de bosques inundables de los ríos Amazonas, Loretoyacu y el sitio Ramsar Lagos de Tarapoto. Aprovecha las plántulas que de manera natural germinan cuando las aguas empiezan a descender*, las cuales son recogidas, cuidadas y sembradas (donde se requiera restaurar el bosque degradado) por mujeres de los pueblos indígenas Ticuna, Cocama y Yagua. También quienes visiten la Estación Biológica Omacha pueden sumarse a actividades de siembra durante su paso por Puerto Nariño.
El problema
El Amazonas está experimentando un intenso proceso de deforestación, que desde 1970 hasta la fecha ya asciende a 790,000 km2, especialmente en la parte sur de Brasil y Bolivia. El motor principal de la deforestación ha sido la ganadería extensiva y en segundo lugar los grandes cultivos de soja. Brasil es sin duda el país que más ha contribuido a este proceso. La presión internacional logró que en 2005 el gobierno de este país se comprometiera con la conservación de la Amazonia, logrando reducir la tasa de deforestación y creando y expandiendo áreas protegidas. Sin embargo, tras los cambios de gobierno, desde 2013 la deforestación y los incendios en la Amazonía han aumentado nuevamente.
Otra amenaza importante para esta región es el aumento de la población y la consolidación de grandes ciudades en toda la cuenca del Amazonas. En solo cincuenta años se pasó de una población de aproximadamente un millón de habitantes a 34 millones, donde las poblaciones indígenas ahora son minoritarias (3,5 millones de personas). Las actividades económicas, la construcción de grandes autopistas y la falta de políticas claras que busquen la sostenibilidad de la región pueden crear un colapso a corto plazo con implicaciones climáticas muy negativas y sin remedio fácil.
En la pérdida de la cobertura forestal, uno de los mayores impactos ocurre en las orillas de los ríos, específicamente en la zona de inundación. Estos tipos de bosques, adaptados a los pulsos de inundación, generan una gran cantidad de alimentos para las poblaciones de peces que son clave para la seguridad alimentaria de las comunidades locales y muchas especies de fauna. Una hectárea de bosque inundado en la Amazonia puede producir hasta 20 toneladas de semillas, de las cuales aproximadamente el 60% son clave para la alimentación de peces, especialmente en ríos de origen selvático, donde los nutrientes son escasos.
Los ecosistemas acuáticos representan alrededor de 980.000 km2 de toda la cuenca del Amazonas, y son clave para la dinámica trófica de la región. La pérdida de bosques inundados se ha acentuado en los últimos años principalmente por los asentamientos humanos que buscan «limpiar» la vista desde el río como un signo de progreso, y por la extracción de especies maderables para la construcción y cercas. La reducción de este tipo de bosque ya está generando una disminución en las poblaciones de peces y es cada vez más difícil para las comunidades locales obtener un sustento de la pesca o de productos secundarios del bosque.
¿Por qué hacer el esfuerzo en los humedales de Tarapoto?
En esta área, la Fundación Omacha tiene más de 28 años de trabajo en investigación científica y social, gracias a su trabajo desde una Estación Biológica y a la confianza de las comunidades locales, que son en su mayoría indígenas de los grupos étnicos Ticuna, Cocama y Yagua. Gracias a nuestro trabajo y al de otros aliados comprometidos con la conservación, la designación de esta área de 44.600 hectáreas fue promovida como el primer sitio Ramsar en la Amazonía colombiana. El trabajo conjunto entre Omacha, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y 22 comunidades indígenas, se diseñó un Plan de Manejo, donde uno de los puntos urgentes planteados fue la recuperación del bosque inundado.
¿Por qué Pepeaderos para la vida?
Se llama pepeaderos al conjunto de árboles a las orillas de humedales y ríos que producen frutos, denominados coloquialmente “pepas”, que al caer son alimento para innumerables especies de peces como: gamitanas, acaraguazús, pirañas, bagres y sardinas. Peces vitales para la seguridad alimentaria de las comunidades amazónicas y sustento de delfines, nutrias y caimanes que viven en estos humedales. Estos peces cumplen también un papel de dispersión de bosques, pues al ingerir el fruto y solo consumir la parte carnosa, liberan las semillas aguas arriba y aguas abajo, contribuyendo a la arquitectura y diversidad de la selva. Algunas especies de árboles de los pepeaderos son: acaí, aguaje, reventillo, camu camu, murichí, capinurí y guayaba de monte.
Pepeaderos para la vida comenzó hace 8 años en el sitio Ramsar de Tarapoto. Han participado comunidades indígenas de Puerto Nariño, Fundación Omacha y Acción Verde (con esta organización se lograron siembras para mitigación de carbono para empresas como Ecopetrol). Con plántulas de 57 especies diferentes fueron recuperadas 12 hectáreas de bosque inundado en el Lago Tarapoto y las comunidades de Villa Andrea, 20 de Julio y San Francisco. Ante la pérdida acelerada de bosque amazónico y la coyuntura de los incendios recientes en Brasil y Bolivia, la Fundación Omacha invita a apoyar su siembra de árboles en la cuenca Amazónica, aportando así a la recuperación de las tierras taladas o incendiadas de bosque húmedo tropical, que han sido esquilmadas por siglos.
En el siguiente enlace se encuentra toda la información para hacer parte de esta campaña y conocer en qué serán utilizados los donativos: Pepeaderos para la vida.
Primera actividad del relanzamiento de Pepeaderos para la vida
El pasado septiembre se realizó la siembra de 120 plántulas con la ayuda de un grupo de estudiantes del Masters of Design and Innovation del IED Madrid quienes se encontraban haciendo una salida de campo a Puerto Nariño acompañados por la fundación Omacha. El propósito de la siembra fue atajar la rápida erosión de una porción orilla del río Loreto yacu, que de colapsar podría poner en riesgo a Puerto Nariño, ya que se cambiaría su desembocadura, y el Amazonas fluiría directamente y sin contención hacia el casco urbano.
Compartimos con ustedes la invitación de nuestro director científico Fernando Trujillo a hacerse parte de Pepeaderos para la vida en el siguiente clip de video en nuestro canal de Youtube.
Contexto informativo
*La dinámica del agua en esta región del Amazonas comprende estaciones de aguas altas (marzo, abril y mayo), bajas (agosto, septiembre y octubre) y los momentos de transición en los cuales comienzan a descender (junio y julio) o a subir (de noviembre a febrero). Este ciclo anual de cierta disponibilidad de aguas en los ecosistemas, determina los hábitats frecuentados por las especies, los procesos de reproducción en peces y la germinación de plantas del bosque (entre muchos otros procesos ecológicos), marcando un calendario por el cual sus habitantes hacen uso del territorio. En el caso de las comunidades humanas, por ejemplo, la pesca con ciertas herramientas y en el caso de los delfines, la permanencia en lagos interiores o en los cauces principales del río buscando la presencia de peces.