Durante el tiempo que los niños deben permanecer en casa, sin asistir a las escuelas, debido a la pandemia ocasionada por el COVID 19, la Fundación Oleoducto Vivo de ODL Bicentenario y la Fundación Omacha trabajaron con 11 estudiantes del Proyecto Rural Ambiental Escolar de la Institución Educativa CRIEET, sede Vigía Trompillos en Tauramena, Casanare.

Durante este trabajo, el equipo de profesionales de la Fundación Omacha realizó un acompañamiento técnico y pedagógico, y visitó durante el pasado mes de agosto las viviendas de los estudiantes y sus familias. Además, se entregaron 23 kits conformados por una serie de guías de cómo hacer compostaje en casa con los desechos orgánicos provenientes de la cocina y del patio; y una guía didáctica para la elaboración de una huerta casera acompañada de semillas de cilantro, habichuela, remolacha, lechuga y zanahoria. Los niños de manera muy creativa le han dado nuevos usos a las botellas, ollas y canastas (entre otros utensilios que ya no usan en sus viviendas) las cuales han reutilizado en la construcción de los semilleros y las huertas.

Hansen Cadena, licenciado en biología de la Fundación Omacha, con emoción comenta que: “Este proceso ha ayudado a que los jóvenes que están desarrollando este proyecto involucren a todos los miembros de su familia, además ha sido una maravillosa oportunidad para que aprendan y refuercen sus conocimientos sobre el cuidado de las plantas, de la tierra y del agua.”

Otro de los beneficios que ha traído el desarrollo de estas huertas caseras para las comunidades es tener más variedad de productos para la preparación de los alimentos, introducir verduras y hortalizas que no hacen parte de la gastronomía tradicional y que mejoran la calidad alimentaria de los niños y sus familias.  Ayer preparamos el sancocho con nuestro propio cilantro, con orgullo nos cuenta uno de los niños beneficiarios al mostrarnos su huerta.