En el mes de Julio, la Fundación Omacha lideró la Expedición río Ucayali, en Perú. Esta expedición hace parte del Programa suramericano de estimaciones de abundancia de delfines de río, en donde ya se han realizado recorridos en Venezuela, Bolivia, Ecuador y en el río Amazonas en Colombia. Dados los resultados positivos que se lograron en una visita anterior al río Pacaya Samiria, en la región peruna de Loreto, y analizando que había unas poblaciones en mejores condiciones en unos países que en otros, National Geographic otorgó a la Fundación Omacha un apoyo económico para llevar a cabo otras dos salidas. Estas dos expediciones estaban orientadas una en el río Ucayalí, y otra en el delta del Orinoco de Venezuela.
Los datos recogidos en Ucayali son muy positivos ya que se contaron 783 delfines a lo largo del recorrido, cifra que representa una densidad alta de individuos y que es muy similar al número que la fundación reportó en Pacaya Samiria. Este registro indica que en Perú las poblaciones de delfín, delfín gris Sotalia fluviatilis y delfín rosado Inia geoffrensis, se encuentran en muy buenas condiciones. En este recorrido se contó con el apoyo de WWF, de la Dirección regional de producción -DIREPRO Loreto- y el Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana -IIAP-.
Siente investigadores peruanos de diferentes universidades y de institutos de investigación bajo la coordinación científica de Fernando Trujillo, director científico de Fundación Omacha, aprendieron la metodología de cómo desarrollar estos conteos. Los conteos directos fueron de 783 individuos, pero se hace un análisis estadístico matemático que permite inferir cuántos delfines realmente habría en el segmento del río, que serían más de los que se contaron; porque se realizó una estimación de abundancia y no un censo de población.
A pesar de los resultados, es preocupante las condiciones de conservación en que se encuentra la selva peruna. Es evidente el alto grado de deforestación, ya que los pobladores talan los árboles, amarran los troncos y luego los bajan navegando por el río hasta poblaciones como Requena, capital de la provincia de Requena. El tema de la caza también es preocupante, en los mercados locales se pueden encontrar una gran cantidad de tortugas, monos y otras especies de mamíferos, que son vendidos sin ningún tipo de restricción o control. Durante la expedición se pudo observar una gran cantidad de fauna: tucanes, osos perezosos y monos, lo que también indica que existen buenas condiciones que se deben mantener.
En los días que se hizo la expedición, se presentó una noticia a nivel internacional del conflicto que surgió entre el gobierno peruano y las comunidades indígenas amazónicas, ya que el gobierno promulgó dos resoluciones por las cuales se estimula la explotación comercial de la Amazonía y los indígenas no están de acuerdo con esto. Aquí se ve una política de explotación comercial del Amazonas, cuando se debería hacer una evaluación de las condiciones en que se encuentra la Amazonía peruana y ver de qué manera se pueden aprovechar los recursos de manera sostenible.
La expedición tuvo una duración de 9 días y se utilizó un barco con muy buenas características para este trabajo. El navío contaba con plataformas de 7 metros y medio de alto aproximadamente, además el río era angosto, lo que permitió tener un buen contacto con los delfines. El recorrido partió de la ciudad de Iquitos, se navegó un segmento del río Amazonas, luego se tomó el río Ucayali, y después por un tributario al norte de Requena.