Con la instalación de transmisores satelitales en dos delfines rosados (Inia geoffrensis), la Fundación Omacha y el Laboratorio de Ecología Funcional (LEF-UNESIS) de la Pontificia Universidad Javeriana (PUJ) continúan el estudio de los desplazamientos y uso de hábitats de los delfines, en la Orinoquia colombiana.
El pasado domingo 21 de marzo un grupo de investigadores de la Fundación Omacha y el LEF-UNESIS de la Javeriana, liderado por Fernando Trujillo director científico de Omacha, llevó a cabo la instalación de transmisores satelitales en dos delfines con el objetivo de continuar el estudio sobre los desplazamientos y el uso que hacen estos mamíferos acuáticos de los ecosistemas donde habitan: confluencias, ríos principales y tributarios, lagunas y bosques inundados, en la cuenca colombo-venezolana del río Orinoco.
Los delfines marcados fueron dos individuos machos adultos: el primer delfín tenía una longitud de 2,35 metros y un peso de 149 kilos. El segundo delfín midió 2,24 metros y pesó 129 kilos. Durante el proceso de captura y marcaje, Fernando Trujillo comentó que: “En Omacha, habíamos foto-identificado hace varios años, a estos dos delfines. En esa ocasión, los habíamos llamado Ulises y Gonzo.”
Fotos: Jairo Pérez Torres LEF-UNESIS PUJ, Nathaly Coral y Fernando Trujillo Fundación Omacha.
El proceso de instalación de un trasmisor satelital, en la aleta dorsal de los delfines, se lleva a cabo bajo un estricto protocolo de captura y manejo de los animales, en el que participan veterinarios y biólogos expertos en estos procedimientos, quienes garantizan la salud y bienestar de los delfines, hasta que se regresan al agua. Además, el equipo de trabajo siguió los protocolos de bioseguridad para asegurar el bienestar de todo el personal, en medio de la situación de pandemia nacional y mundial. Esta marcación se realizó en la zona conocida como Ventanas, a orillas del río Orinoco, cerca a Puerto Carreño, Vichada.
Estos dos delfines marcados satelitalmente se suman a los otros nueve delfines de río que, anteriormente, se marcaron en la Orinoquia colombiana, específicamente en los ríos Arauca, Bita, Guayabero, y en el Orinoco con el apoyo de WWF Colombia, Cormacarena y PDD Colombia. Fernando Trujillo resalta la importancia de esta información científica para la construcción de mecanismos y la implementación de acciones de gestión y manejo de las poblaciones de los delfines de río y sus hábitats: acciones como el Plan de manejo y conservación para los delfines de río en los ríos Amazonas, Orinoco, Tocantins y Araguaia (Conservation Management Plan CMP, por sus siglas en inglés), la recategorización de los estados de amenaza ante la UICN, y las categorías de amenazas nacionales del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia. Igualmente, resalta la articulación con la Iniciativa Suramericana de Conservación de Delfines de Río (SARDI), a través de la cual ya se suman 36 delfines marcados en varios países como Colombia, Brasil, Bolivia y Perú.
De igual forma, el seguimiento satelital de delfines de río genera información de base para la identificación de hábitats claves para los delfines y, de esta forma, promover la designación de áreas para su conservación, como los sitios Ramsar ya designados en el país: los lagos de Tarapoto en Amazonas, la cuenca del río Bita en Vichada y la Estrella Fluvial del Inírida.
Por su parte, el director del LEF-UNESIS y docente investigador de la PUJ doctor Jairo Pérez-Torres, resalta la importancia ecológica y funcional de los delfines de río en la salud de las pesquerías, la cultura de las comunidades ribereñas, y el apoyo a la economía local mediante prácticas sostenibles como la observación responsable de los delfines de río.
Finalmente, Federico Mosquera-Guerra, biólogo e investigador de la Fundación Omacha y del LEF-UNESIS, afirmó que: “este estudio busca sensibilizar a los colombianos sobre el estado de conservación de los delfines de río y los ecosistemas donde habitan. La acelerada transformación y degradación por la sobrepesca, los efectos negativos del cambio climático, la contaminación por la minería ilegal, y la disminución de los caudales por deforestación son los factores que más amenazan a los delfines de río en esta apartada región del país.”