Un grupo de investigadores, de la Fundación Omacha y las Universidades Javeriana y Quindío, colectó el primer individuo para la ciencia, en Colombia, de una zarigüeya de cola de pincel, conocida científicamente como Glironia venusta, a finales del año pasado, en el departamento de Guainía, Colombia.
El animal cayó de manera accidental, en una red de murciélagos, en la comunidad Curripaco de Ducutipabo, durante el desarrollo de la Expedición Guainía 2021, en octubre del año pasado. Este marsupial es poco conocido para la ciencia, porque presenta un escaso número de registros de presencia, e individuos en colecciones de referencia, en la amazonia boliviana, brasileña, ecuatoriana, peruana y de la Guayana Francesa. Para el caso de Colombia, solo se conocían dos registros fotográficos de la especie obtenidos en los departamentos de Guaviare y Putumayo.
La zarigüeya de cola de pincel es un pequeño marsupial nocturno, del tamaño de la palma de una mano humana, presenta hábitos arborícolas y se alimenta principalmente de insectos, huevos de aves, semillas, frutos y de savia de árboles. Además, es la única especie del género Glironia.
Este espécimen se encuentra actualmente en la Colección de Mamíferos de la Universidad del Quindío y permite confirmar la presencia de la especie en nuestro país.
Registro fotográfico de la zarigüeya de cola de pincel, Glironia venusta. Foto: Fernando Trujillo, Fundación Omacha.
Fernando Trujillo, director científico de la Fundación Omacha, afirma que: “el registro obtenido corrobora la importancia de los ecosistemas del departamento del Guainía para especies raras y poco conocidas, como de la zarigüeya de cola de pincel y que actualmente se encuentran amenazadas por la deforestación, los incendios forestales y la minería ilegal de oro. Estos nuevos registros de mamíferos poco conocidos nos invitan a continuar investigando para conservar la biodiversidad de nuestro país”.
Por su parte, Federico Mosquera Guerra, biólogo investigador de la Fundación Omacha y del Laboratorio de Ecología Funcional de la Universidad Javeriana, afirma que: “Este registro ocurrió en un bosque asociado a una quebrada, tributaria del río Negro”. Además, resalta la importancia de las expediciones científicas: “Estas expediciones nos demuestran que en nuestro país queda mucho por hacer: nuevas especies por descubrir y registros por encontrar. Además, resaltan el papel de la investigación para generar insumos de conservación de la biodiversidad”.
Esta expedición recorrió cerca de 135 km del río Guainía hasta el tramo en que se convierte en río Negro, cerca de la frontera con Venezuela y Brasil, entre el 8 al 22 de octubre de 2021; y se desarrolló en trabajo conjunto con la Gobernación de Guainía, la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Norte y el Oriente Amazónico (CDA), el Instituto Sinchi, WWF Colombia, la Fundación Omacha, Universidad del Tolima, Universidad del Cauca, Pontificia Universidad Javeriana, el SENA Guainía, Fundación Proterra, Fundación Paisajes Rurales y Manakin Nature Tours. De igual manera participó un representante indígena de la Mesa Ramsar de la Estrella Fluvial Inírida.