El pasado 16 de julio, entró en operación la balsa de promoción, monitoreo y control de los acuerdos de pesca responsable de los lagos de Tarapoto (Puerto Nariño – Amazonas). Ésta cumple con tres funciones principales: Difundir y promover en pescadores y turistas el cumplimiento de los acuerdos de pesca responsable de los lagos de Tarapoto, aprobados por el resguardo TICOYA el 7 de octubre de 2011. Además, monitorea la actividad pesquera en los lagos de Tarapoto, en cuanto esfuerzo de captura, artes usadas, especies, tallas y cantidades extraídas. Finalmente, controla que los pescadores que ingresan a los lagos pesquen de acuerdo a lo establecido en los acuerdos de pesca.
Para la operación de la balsa existe un grupo de 55 pescadores de subsistencia de las comunidades cercanas a los lagos de Tarapoto, que ha sido capacitado en la promoción, monitoreo y control de los acuerdos de pesca, por parte del resguardo TICOYA, La Fundación Omacha y el SENA. Cada semana funciona un grupo de 4 pescadores distintos, según un cronograma establecido.
El primer grupo de pescadores estuvo conformado por los señores Eliecer Silva, Calixto Ferreira, Elbano Puerelvo y Gerardo Ahue, quienes fueron seleccionados al azar.
Con la balsa se espera contribuir a la recuperación y conservación de los lagos de Tarapoto, a través del manejo y control comunitario y ser un espacio de generación de conciencia ambiental a pobladores locales y visitantes, particularmente, al tener en cuenta que el municipio obtuvo la certificación como destino turístico ambiental a finales del año 2011.
Este proceso se enmarca en el proyecto “Gestión binacional de humedales con fines de seguridad alimentaria y conservación”, desarrollado por la Fundación Omacha, La Comunidad Andina de Naciones (CAN) y el Gobierno Regional de Loreto (Perú), apoyados por la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECID) y que busca gestionar el manejo de los recursos hidrobiológicos de cuatro cuerpos hídricos ubicados en la frontera amazónica Colombo – peruana, con el fin de fortalecer la seguridad alimentaria de las comunidades locales.
Por Julián Quesada y Carlos Ferreira