La Fundación Omacha y la Fundación Cunaguaro lanzan la campaña Apaguemos el fuego y encendamos la vida: salvemos nuestra fauna silvestre para conseguir contenedores de transporte de animales (kennels) y guantes de carnaza, y entregarlos a los cuerpos de bomberos en los departamentos de Vichada y Arauca.

Los contenedores de transporte (kennel) necesarios son: talla M (67/51/47 cm), porque son los más versátiles para transportar animales de diferentes tamaños. Se reciben nuevos o usados en buenas condiciones y pueden entregarlos en:

Oficinas de la Fundación Omacha:

Carrera 20 N 133-32 en Bogotá D.C. Teléfonos: (601) 6551489 y 320 3024740.

Horarios de recepción: de lunes a viernes, de 8:30 a.m. a 5 p.m.

Oficinas de la Fundación Cunaguaro:

Carrera 22 #8-43 oficina 110, Yopal, Casanare. Teléfonos: 3214215441

Horarios de recepción: de lunes a viernes, de 8:30 a.m. a 5 p.m.

La Fundación Omacha y la Fundación Cunaguaro se encargarán de entregar estos implementos a los cuerpos de bomberos de Arauca y Vichada.

Además se llevarán a cabo talleres de capacitación de manejo de fauna silvestre en articulación con las corporaciones ambientales regionales, quienes son las autoridades ambientales que deben recibir a la fauna silvestre, en los CAV (Centro de atención y valoración de la fauna silvestre) para su recuperación y posterior liberación.

Contexto

Cada año, entre enero y marzo, el país enfrenta grandes incendios en las sabanas de la Orinoquia y las selvas de la Amazonia; situación recurrente ante la que poco se hace y que tristemente hemos “normalizado”.

Miles de hectáreas son consumidas por el fuego mientras escuchamos voces diciendo que es normal, que el ecosistema está acostumbrado e incluso que es necesario. Puede que haya algo de razón en eso, es decir, que haya semillas que germinen de esta manera o que se controle la biomasa de pastos, pero la verdad es que hay miembros de los cuerpos de bomberos y Defensa Civil tratando de combatir el fuego con dotación precaria, y con más valor y coraje que otra cosa.

Duele escuchar sus relatos, porque con frecuencia no pueden hacer mucho, más que esperar a que el fuego lo consuma todo ante sus ojos.

Y cuando decimos todo, no son solo los árboles y las plantas, sino miles de animales que por no tener mucha movilidad no pueden escapar de las llamas: insectos, artrópodos, ranas, serpientes, lagartijas, tortugas y pequeños mamíferos como armadillos, osos hormigueros, tamandúas, ratones y marsupiales.

Los bomberos no pueden ayudarlos ni rescatarlos, porque no tienen cómo capturar y transportar a estos animales a donde puedan ser atendidos por veterinarios.

Probablemente no erradiquemos nunca el fuego, pero esperamos que la gente haga un uso controlado de él y que, en corto tiempo, se pueda evitar donde no es necesario. Igualmente hacemos un llamado al gobierno nacional a fortalecer la capacidad institucional y civil para actuar y proteger nuestra biodiversidad, en épocas como esta.